Venezuela

Transcripción de la pieza sonora | Los Yanomami, el desafío de un pueblo cazador

Jul 13, 2022 Compartir

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(IDENTIDAD SONORA DE LA SERIE) 

(CANTO DE ANA MARÍA, INDÍGENA YANOMAMI) 

[José Torres]: Este es uno de los cantos del pueblo Yanomami. Lo entona la indígena Ana María Homohama desde Puerto Ayacucho, capital del Amazonas venezolano. 

(CANTO DE AVES) 

[José Torres]: Nómadas, recolectores y cazadores son quizá tres de las cualidades más conocidas de los Yanomami, un pueblo de 35.000 indígenas cuyo territorio se despliega, tanto en Venezuela como en Brasil. Son uno de los 22 pueblos originarios del Amazonas venezolano y residen en los municipios del sur: Alto Orinoco y Río Negro. Algunas de sus comunidades están en aislamiento voluntario. Moran en la inmensidad de la selva, en donde consiguen el alimento y lo necesario para estar bien. Se agrupan en shabonos, una vivienda tradicional colectiva en forma de círculo que se abre a un gran patio central. 

Pero su estilo de vida tradicional y su conexión con la naturaleza están siendo perturbados por la minería ilegal y la invasión de garimpeiros, que es como se les llama a los mineros en Brasil. Los indígenas atribuyen el aumento de enfermedades en sus territorios a estas prácticas extractivistas. 

Mateo Blanco, quien pertenece a este pueblo indígena, migró a Puerto Ayacucho, capital de Amazonas, para estudiar y ayudar a su comunidad Parima B a la que describe como bonita y con ríos fríos. Nos cuenta sobre las enfermedades que padecen sus comunidades y la ausencia de asistencia médica permanente.

(SONIDO DE SAPITOS QUE SE MANTIENEN DE FONDO) 

[Mateo Blanco]: Están explotando demasiado tuberculosis, la mayoriamente ‘tan afectadas, la comunidad Coyogue, Parima A, no están tanto cerca, no es propia comunidad Parima A, Parima C, y sector de Momoy y Parima B.

Y ahorita están aquí como cinco todavía con esa enfermedad y el resto están allá todavía, entonces en la comunidad están preocupados de esa parte. ¿Por qué están preocupados? Porque el gobierno no responde por parte de eso, por parte de salud es la preocupación para todos.

[En] la comunidad hay un ambulatorio rural tipo dos. Entonces allá hay, pero los médicos no están entrando como entraban hace tiempo, hace tiempo los médicos entraban y duraban como tres meses, dos meses y relevaban.

Claro, ahorita en 2022 fueron una sola vez y en eso adelante no han entrado porque, claro, la única manera, claro único el grupo de Caicet sí están trabajando, cumpliendo su trabajo, claro, ese sí está trabajando por parte de [enfermedades por] hongo y por parte de los operativos, las vacunas, eso sí no está entrando ahorita.

[José Torres]: El Caicet es el Centro Amazónico de Investigación y Control de Enfermedades Tropicales "Simón Bolívar", que trabaja junto al programa Agente Comunitario Yanomami de Atención Primaria en Salud para formar a asistentes traductores de los médicos que son enviados a las jornadas de salud para un cuidado más directo.

Pero como la atención no es constante, los indígenas preparan su medicina tradicional y se apoyan en plantas amazónicas como el tototo, con la que hacen un té para aliviar diarreas y vómitos.

[Mateo Blanco]: Si podemos hacer los medicamentos naturales y eso, y uno la comunidad confía a los chamanes, y eso. Ellos lo que indica la medicina natural, cuál es la mata, cuál es la hoja.

Los Yanomami hacemos tototo y ahí lo preparan. O sea, la cosa sencilla si uno cae diarrea y eso, si podemos preparar la mata y eso. 

Para los niños y para los adultos también, uno lo prepara la concha de manteco, esos no son mantecos los que están aquí en la sabana, ¿no?, sino la mata de manteco que está en el monte, eso crece alto y eso, uno lo prepara, lo sancocha y lo toma como té.

[José Torres]: Raimundo Valero es otro indígena Yanomami que dejó su comunidad Ocamo, en el municipio Alto Orinoco, para buscar mejores oportunidades. Al igual que Mateo, llegó a Puerto Ayacucho, a 400 kilómetros de distancia, pero siempre regresa a visitar a su familia.

Raimundo cuenta que en Ocamo viven en shabonos rodeados de matas de plátano y cucurito, una planta nativa de la cuenca del Amazonas.

[Raimundo Valero]: Bueno, mi nombre es Raimundo Valero. En yanomami es kuanamopeu.

Para decirte, aparte de salud ambulatorio hay, en Ocamo hay, pero lo que pasa no hay enfermero. No hay. No existe, pues ya está todo abandonado, pues para decirte el ambulatorio de Ocamo ya está todo abandonado.

Cada jornada, la gente del Caicet, como doctora Astrid, como doctor Roger, siempre él va cada tres meses a llevar los medicamentos y también llevar mosquitero, bueno principal mosquitero, pues, porque ahí hay zancudos, pero a veces no hay y a veces no hay.

Cuando estamos enfermos, tenemos que bajá, con los niños cuando tienen fiebre, hacia La Esmeralda, a canalete, para que los cubanos atiendan a nuestro familiar pues, que están enfermos, si es una picada de culebra, si está peor, pues, y de ahí los cubanos hacen traslado para acá para Puerto Ayacucho.

Cuando ya no pueden más, se mueren, porque la verdad cómo uno va a movilizar, porque no hay motor, como antes, que uno trasladaba rápido, pero imagínate de Ocamo a La Esmeralda, mira un día completo canaleteando. 

¿Cómo yo creo?, ¿cómo mueren? Porque le faltan medicamentos y le falta mucho traslado de emergencia.

[José Torres]: Felipe Turón, médico del pueblo indígena Yekuana, relató que en una jornada médica reciente se encontró con muerte y desolación. Considera que la desnutrición y la tuberculosis han ido ganando terreno por la falta de asistencia sanitaria.

(SONIDO VOCES EN YANOMAMI) 

[Felipe Turón]: En la entrada del año pasado de diciembre nos mandaron hacer una evaluación antropométrica a los niños Yanomami que están por la zona del Padamo, porque es mi área de trabajo, ¿me entiende? Otros médicos se fueron para otras áreas, llámase Ocamo, llámese Mavaca, pero mi área fue el Padamo. En esa evaluación que estuve por allá se encontraron como 25 niños desnutridos, no graves, pero más que todo moderado.

Allí está la comunidad que se llama Faruri que es donde hicimos la primera evaluación de desnutrición y ahí encontramos 10 niñitos desnutridos, o sea, falta de ganancia de peso, todas esas cuestiones.

Hay comunidades que se han encontrado pacientes con tuberculosis pulmonar. Cuando estuve en mi artículo 8 en Toqui, vi varios pacientes Yekuanas, más que todo, no eran Yanomami de esa zona, donde saqué como a cinco pacientes traslado para acá, para Puerto Ayacucho porque no tenía el tratamiento necesario para tratar a esos pacientes por allá. Aparte de esa comunidad está la comunidad Faruri, que es una comunidad Yanomami, también he visto pacientes ya con síntomas ya avanzados, que ya la enfermedad ya está avanzada y que el paciente está grave.

Sí te puedo decir que al año fallecen 10 personas, pero de diferentes comunidades. Una de las más frecuentes que hemos sacado es Toqui que es lo Yekuanas, pero ellos utilizan su gasolina, tienen motores, ellos pueden trasladarse a La Esmeralda y de ahí el médico de ahí, de cabecera puede trasladar el paciente para Puerto Ayacucho. Menos los Yanomami, que ellos de verdad, ellos son de canoa, de canalete, no es como los Yekuanas que se les dificulta más llegar hasta La Esmeralda y llevar un paciente para allá.

En el municipio Alto Orinoco es el que tiene mayor incidencia en la tuberculosis pulmonar.

[José Torres]: Eligio Dacosta, indígena Baniva y coordinador de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas de Amazonas (Orpia), ha denunciado junto a organizaciones aliadas e, incluso, en instancias internacionales la situación en la que se encuentran las comunidades Yanomami. Pide que la atención médica sea amplia y constante.

[Eligio Dacosta]: En los lugares más alejados del pueblo Yanomami, sí hay un tema de salud preocupante, en el cual nosotros también hemos hablado con el Estado, con la Dirección Regional de Salud, con algunas articulaciones que tenemos. 

Hemos estado, pues de alguna manera recordándole que hay territorios también Yanomami donde no ha llegado. Creo que sí ahorita están llegando un poco más a estos territorios, pero no basta con la atención, entonces, se necesita una atención más amplia para que abarque a toda la población Yanomami y que bueno, todas las enfermedades que hay allí en ese territorio que han acabado con la vida de los Yanomami también.

(SONIDO CANTO DE RAIMUNDO) 

[José Torres]: El padre Giuseppe Bortoli, quien ha estado por más de cuatro décadas viviendo y explorando el territorio Yanomami, conjuntamente con la misión Salesiana, sostiene que la llegada de la política partidista generó una crisis en este pueblo.

El representante de la Iglesia se refiere a esa experiencia y hace una comparación desde que llegó por primera vez en 1975 a la comunidad Platanal hasta la actualidad. Su último recorrido lo hizo en 2022.

[Padre Bortoli]: A la vivencia de esta cultura ha recibido un cambio muy grande debido al contacto que ha habido con las misiones. El cambio fundamental fue a partir de la creación del municipio del Alto Orinoco, porque sí implicó la presencia ya de la politiquería o de la política partidista. 

Nosotros como Salesianos, como congregación Salesiana, estamos aquí como iglesia, pues, por un convenio con el Estado venezolano, quien llamó y pidió al Vaticano que mandara a alguien, que mandara a misioneros. Entonces, la idea nuestra fue asumir la responsabilidad mientras el gobierno no pudiera asumir su responsabilidad, e ir a los sitios donde el gobierno y los venezolanos o los empleados de aquí no pudieran ir, para salud, educación. Poco a poco fuimos dejando, por ejemplo, el tema de la salud, en manos del gobierno.

Más que todo ahorita estamos trabajando en el campo de la educación y un poco, que también se ha abandonado, el tema del cooperativismo, que tengan acceso a instrumentos de trabajo. La actitud nuestra y el desafío que tenemos es pedir la presencia de agentes de salud. Sabemos que ellos se curan con ese chamanismo, pero evidentemente frente a la realidad de las enfermedades modernas, pues no, es muy difícil.

(SONIDO DE AVES QUE SE MANTIENE DE FONDO MIENTRAS HABLAN) 

[José Torres]: La invasión de garimpeiros es otra de las presiones sobre el pueblo Yanomami. En su territorio está la Reserva de la Biósfera Alto Orinoco-Casiquiare, el área protegida más extensa de Venezuela y cuya creación, en 1993, no ha reducido la minería ni la violencia armada.

La defensora de Derechos Humanos de Puerto Ayacucho, Norayma Ángel, señala que las operaciones mineras impactan la salud del pueblo Yanomami.

[Norayma Ángel]: Se está haciendo en el Delgado Chalbaud donde nace el río Orinoco y, además, donde está el pueblo Yanomami, que el pueblo Yanomami la salud es un tanto frágil, porque tiene otras características socioantropológicas.

¿De dónde están sacando agua los indígenas y los Yanomami? Sobre todo en verano, de los ríos, de los riachuelos, de los brazos de ríos, que están prácticamente secos en este momento. Los indígenas están tomando agua contaminada, que no tienen las condiciones adecuadas, y eso va de la mano con el tema de la salud.

[José Torres]: La activista de Derechos Humanos sostiene que la voz de los indígenas es débil y ha ido perdiendo mucha más fuerza en los últimos años.

[Norayma Ángel]: El tema de los derechos humanos en Venezuela ha sufrido un retroceso y en los pueblos indígenas y el pueblo Yanomami aún más. 

Las decisiones que impactan la salud y la alimentación, y el bienestar en general de estos pueblos, aún están dirigidas por el Ejecutivo nacional y el Ejecutivo regional. Hay organizaciones que están haciendo un trabajo muy importante como el Caicet, ellos siguen haciendo esfuerzos para el tema de la salud Yanomami. Sin embargo, si me preguntan cuál es la participación y la voz de los pueblos indígenas, creo que es una voz débil, creo que es una voz que aún no se escucha y que es una voz que ha perdido fuerza en los últimos años.

[José Torres]: Caminar en medio de la selva, largos trechos, sin mirar fronteras. Moverse de un lugar a otro buscando estabilidad, sin olvidar su cultura. Esa es la vida de los Yanomami. La preservación de sus territorios y sus costumbres son fundamentales no sólo para su propia supervivencia, sino también para el equilibrio y la diversidad de la Madre Tierra.

Los ancestros y los espíritus que veneran después de dios y los ritos chamánicos que practican son una forma de creer en el mundo. Su lengua es la representación más fiel que poseen, una carta de presentación de este pueblo con sueños y visión de futuro, que resiste en la defensa de su identidad cultural y la protección de la selva amazónica, una de las regiones más biodiversas del mundo.

Ana María, Raimundo y Mateo, representantes del pueblo Yanomami, esperan volver a reencontrarse con su territorio. Solo añoran que las condiciones mejoren. 

(CANTO YANOMAMI) 

[Ana María Homohama]: Allá, nosotros siempre hicimos fiesta, cultura, bailamos, cantar, de noche, de día y de allí se va todo la gente, hombre, se mata cachicamo, mono, culebra, báquiro, danto, pava, y de allí hicimos todo fiesta y bailamos y comemos, tranquilamente allá.

[Raimundo Valero]: Chamaniar, ese es el espiritual de nosotros, nuestros que antigueros pues, chamaniar, tomar yopo, bajar espíritu, normal, chamaniar, brujear. 

Nosotros siento muy feliz, porque cantamos, jugamos y compartimos más con otras personas más que llegan de cabecera a baila’, tradición de nosotros mismo, invitamos uno a otro. Ese rito dura mínimo un día, un día completamente.

Los chamanes cantan por ahí a las doce de la noche, tal esto, y uno escucha esa voz, pues, esa tradición de uno, y uno refleja, uno se pone más alegre, uno se pone más contento.

[Mateo Blanco]: Por la carrera que me deseo, me estudiaría por enfermero pa’ defender a la comunidad y eso, aunque no es fácil pues defender la comunidad, pero al menos lucharle y pa’ enseñarle a los otros muchachos...

(CANTO DE ANA MARÍA, INDÍGENA YANOMAMI)

[José Torres]: Esta historia titulada Yanomami, el desafío de un pueblo cazador fue producida en 2023, por el periodista José Torres y con la mentoría editorial de María de los Ángeles Ramírez Cabello. 

La historia se hizo para el medio Agenda Propia en alianza con El Ayacuchano.

Y con el apoyo técnico de Juan Esteban Díaz Puerta.

Dedicado al pueblo Yanomami que ha mostrado valentía al mantener sus tradiciones y respeto por la naturaleza, a pesar de desafíos como la falta de atención médica y la presencia ilegal de mineros. Su compromiso con la protección del ambiente y la lucha por sus derechos es digno de reconocimiento.

Es importante seguir dando voz a los Yanomami y buscar soluciones a sus problemas.

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