2150 visitas
Manifiesto #LaPalabraEnRiesgo: La Madre Tierra habla. ¡Escuchemos!
Consulta este contenido en los idiomas y lenguas
En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, compartimos este mensaje colectivo para invitarnos a escuchar más a la Madre Tierra y a continuar protegiendo a quienes la cuidamos y la contamos.
Con la afirmación “sin las voces de las narradoras y los narradores no hay historia completa” y la pregunta ¿cómo protegemos a la #LaPalabraEnRiesgo?, el medio independiente Agenda Propia junto a su Red Tejiendo Historias cocreamos nuestro tercer manifiesto en defensa del cuidado de periodistas y comunicadores y comunicadoras interculturales que con nuestros relatos y reportajes hacemos visibles las realidades de los pueblos, preservamos la biodiversidad y protegemos los legados y las memorias vivas de los territorios.
Esta declaración empezó a tejerse a través de diálogos y ejercicios de escritura colectiva en la ciudad de Mocoa, región andino amazónica colombiana, en donde más de un centenar de participantes –de zonas rurales y urbanas y de comunidades campesinas e indígenas– del Festival Espiral de Historias sumaron sus voces. Luego, el proceso llegó a la Red Tejiendo Historias, integrada por más de 400 personas en 17 países de América Latina (Abya Yala), a través de un formulario en línea y un círculo de la palabra virtual.
Esta iniciativa, que parte desde las experiencias locales de periodismo y comunicación comunitaria, reconociendo los orígenes diversos de nuestros pueblos, lleva un mensaje de soluciones, de sanación y en positivo en medio de esta crisis ambiental, apoyándonos en “todas estas voces que somos”.
En el Manifiesto #LaPalabraEnRiesgo: La Madre Tierra habla declaramos que:
Reconocemos a “nuestra Madre Tierra como un ser espiritual que nos conecta desde lo visible y lo invisible. De ella nace el agua, que es la vida, el fuego, que es la fuerza, el aire, que es el oxígeno. Si no escuchamos a nuestros mensajeros, la tierra habla por sí misma. Tenemos que respetar su belleza, no alterar el orden y el sistema natural".
Comprendemos que “el desafío del periodismo colaborativo intercultural y de la comunicación es despertar sentidos de pertenencia reales en las comunidades. Tenemos que sentir-pensar lo que pasa a nuestro alrededor para poderlo expresar”.
Trabajamos en colectivo y a través de nuestros saberes para “cuidar, proteger, salvaguardar, defender y manifestar la importancia de la vida y de todos los seres en nuestros territorios”.
Creamos relaciones que permiten "tejer lazos y nuevas formas de comunicación en donde unas y otros coincidimos a través de la palabra. Unimos universos divergentes".
Como periodistas, comunicadorxs y narradorxs interculturales nos comprometemos a y recomendamos:
- Escuchar más y hablar menos (para sentir-pensar mejor el llamado de la Madre Tierra).
- Reconocer las diversidades y construir desde las diferencias.
- Aprender y desaprender para narrar las realidades de los pueblos.
- Seguir llegando a los territorios indígenas, afrodescendientes y campesinos para conocer sus raíces.
- Incluir narrativas y enfoques que aporten a sanar la tierra y sus ecosistemas.
- Tener en cuenta todas las voces, recorriendo el camino de las sabedoras y los sabedores.
- Narrar, comunicar y dialogar en lenguas propias.
- Insistir en que el conocimiento de los pueblos originarios es tan importante como el científico.
- Cocrear a partir de la espiritualidad y la tierra.
- Reforestar el corazón propio de nuestras familias y comunidades.
- Recuperar y aplicar los saberes ancestrales. Y poner la oralidad y la palabra en el centro.
- Formar a las generaciones más jóvenes en narrativas interculturales y periodismo.
- Apoyar la comunicación desde nuestros propios territorios para que las voces no se distorsionen ni se silencien.
- Hablar con lideresas, líderes, narradores y periodistas indígenas y no indígenas que hayan sido desplazados por la fuerza. Escucharles en el exilio.
- Aprovechar la tecnología para preservar saberes y conocimientos.
- Seguir creando redes y fortalecer las que ya existen para articularnos y trabajar colectivamente.
3 de mayo de 2024, Latinoamérica.
Este manifiesto se publica con el objetivo de que sea escuchado, acogido y visibilizado en la región por más comunicadoras, periodistas, narradores, medios, colectivos y distintas organizaciones. El periodismo colaborativo intercultural comunica los mensajes de los territorios, fortalece a las comunidades y dignifica el caminar de los pueblos.
Nuestros manifiestos
Con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa en 2022 se publicó el Manifiesto #LaPalabraEnRiesgo: Voces del territorio por la vida”, y en 2023 “#LaPalabraEnRiesgo: Comunicamos para sanar la memoria”. En ambos, la Red Tejiendo Historias expuso los desafíos y riesgos que amenazan la vida de la naturaleza y las de narradores y defensores. Nuestras regiones enfrentan conflictos socioambientales, crimen organizado, violaciones a los derechos humanos, migraciones y extractivismo, mientras sus habitantes resisten y tejen narrativas transformadoras y de esperanza. Por ello, se hace urgente mejorar las condiciones de seguridad y de armonía física y espiritual para hacer un mejor periodismo colaborativo intercultural.
Agradecemos a:
- La Madre Tierra, los seres espirituales y las comunidades que nos permiten narrarlas.
- Las 200 personas que participaron en el Festival Espiral de Historias realizado en Mocoa, Putumayo, Colombia, los días 29 de febrero y 1 de marzo de 2024.
- Las y los periodistas de la Red Tejiendo Historias de México, Guatemala, Colombia, Bolivia, Panamá, Venezuela, Chile, Argentina, Costa Rica y Brasil, que estuvieron presentes en el círculo de la palabra de cocreación y respondieron el formulario participativo.
- Los distintos medios aliados que se suman a la difusión del Manifiesto 2024 #LaPalabraEnRiesgo: La Madre Tierra habla. ¡Escuchemos!
- El equipo intercultural de Agenda Propia.
Comparta en sus redes sociales
Comparta en sus redes sociales
Rituales para llamar la lluvia, la respuesta espiritual de los Yampara a la sequía
Espiritualidad para combatir la sequía que afecta a familias indígenas productoras.
Indígenas en México son guardianes de la abeja nativa pisilnekmej
La cosecha de la miel de la abeja melipona, especie sin aguijón, es una actividad ancestral de los pueblos indígenas Totonakus y Nahuas en la Sierra Norte de Puebla, en México. La producción beneficia económicamente a las familias y les permite proteger el territorio, pero hay serias amenazas sobre la actividad.
“¡No olvidemos nuestro idioma Shuar!”
La nacionalidad o pueblo indígena Shuar, ubicada en la cordillera del Cóndor, en la provincia Morona Santiago de la Amazonía ecuatoriana, se enfrenta al temor de la pérdida de su lengua Shuar Chicham.
Comentar