Vanessa Teteye, comunicadora del equipo intercultural de Agenda Propia, escribió una pequeña postal en memoria de uno de los abuelos amazónicos, el exterminio y la pandemia:

“El señor Antonio Bolívar era un indígena Okaina, pueblo que en su mayoría reside en La Chorrera, sobre el río Igaraparana. Otros okainas se encuentran en el Perú, debido a la cauchería fueron trasladados como esclavos hasta ese país. Hoy los okainas se encuentran al borde de extinción. Es un pueblo que se puede contar con los dedos, tan solo hay 412 personas, según el Censo oficial de Colombia. El hecho de que un Okaina muera es triste, es doloroso, porque se muere un legado ancestral inrecuperable.

Con el Covid-19 en los territorios amazónicos, para los pueblos indígenas sería otra cauchería en nuestra historia, más allá del impacto de este virus en los seres humanos, es el miedo por el abandono y olvido en el que siempre hemos vivido los pueblos del tabaco, la coca y la yuca dulce. El no contar con insumos hospitalarios, ni medicamentos son el día de nuestra población en La Chorrrera, entre otras múltiples necesidades.

Solo deseamos que Moo Buinaima, (ser espíritual) lo reciba junto a nuestros ancestros, y nos guíen y acompañen para que nuestros caciques y sabedores sigan protegiendo el territorio buen viaje señor Bolívar”.