Caminos por la Pachamama
¡Comunidades andinas en reexistencia!

Regiones andinas
Dec 9, 2021
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Serie periodística intercultural que visibiliza las preocupaciones, las realidades y las luchas de los pueblos indígenas de regiones andinas relacionados con la Madre Tierra y el territorio. Las historias se realizaron en un proceso de cocreación con periodistas, comunicadores y narradores indígenas y no indígenas de la Red Tejiendo Historias bajo la coordinación editorial del medio independiente Agenda Propia.

Caminos por la Pachamama ¡Comunidades Andinas en Reexistencia! es un especial en el que sabedores, líderes, lideresas, jóvenes, hombres y mujeres expresan preocupación por el riesgo en el que están lagunas, páramos, cerros, montañas, nevados y espacios ancestrales, como cementerios indígenas, amenazados por actividades extractivas, la crisis climática, la ampliación inmobiliaria y el conflicto por el uso y la tenencia de tierras, entre otros. 

Las voces de las comunidades se alzan también para compartir prácticas y saberes milenarios con los que han cuidado y protegido estos territorios y mantenido la armonía con los seres vivos, los espíritus y la Madre Tierra.

¿Qué vamos a encontrar?

Este especial encontrarán historias que nacen en la cordillera Central, hombres y mujeres del pueblo Pijao en Tolima (Colombia) llevan 20 años recuperando y reclamando tierras ancestrales. 

Más hacia el suroccidente del mismo país, en el departamento del Cauca, las mujeres indígenas del pueblo Nasa guían y acompañan el proceso comunitario que llaman la liberación de Uma Kiwe (Madre Tierra en lengua Nasa Yuwe). Es para ellas la lucha que busca sanar sus territorios de todo lo que lo enferma y esclaviza, como los monocultivos de la caña de la agroindustria de azúcar y los cultivos para uso ilícito como la marihuana y la coca.

En otro lugar de Colombia, los indígenas del pueblo U´wa, ubicados en el departamento de Boyacá, luchan contra actividades petroleras que están afectando la espiritualidad y la vida del territorio.

En la zona andina del centro de Ecuador, indígenas del pueblo originario Waranka, de la nacionalidad Kichwa, se convirtieron en guardapáramos para proteger y restaurar los ecosistemas a raíz de la disminución del agua por el sobrepastoreo de las ovejas y a los cambios del clima. La acción comunitaria, que lleva más de una década, ha permitido que brote y corra más agua.

Más hacia el sur de América Latina, en la región de Oruro, Bolivia, indígenas Quechua del Territorio Comunitario de Origen Jach’a Marka Tapacarí Cóndor Apacheta han declarado a su territorio de vocación agropecuaria “libre de la minería”. Ellos exigen que se respeten los derechos a la consulta previa y también buscan que una empresa minera compense los daños y los perjuicios causados tras una excavación ilegal realizada en 2019.

Otra de las historias de Bolivia narra la ritualidad de la nación Yampara. En Tarabuco, provincia Yamparáez, en el departamento de Chuquisaca, sus habitantes “siembran el agua” y a través del alimento, el tejido y el canto cuidan la memoria de los cerros y de los espacios sagrados.

El recorrido por los Caminos por la Pachamama también nos lleva al territorio Mapuche, en Chile, donde la comunidad Malla Malla, Alto Bío Bío de la localidad Rucalhue, resiste ante la intervención y proyección de la central hidroeléctrica Racalhue sobre su río sagrado.

En Valparaíso, en Chile, voces indígenas de los pueblos Mapuche, Diaguita y Aymara y medioambientalistas denuncian que tras la privatización de tierras y lugares ancestrales se ven acorralados por la ampliación de la ciudad. Para los Mapuches, este territorio, y especialmente las piedras tacitas, representan seres vivientes. 

En esta misma lucha por recuperar territorios se encuentra la comunidad Punta Querandí, en Buenos Aires, Argentina, que está amenazada por la expansión de la urbanización. Allí, la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar, identidades guaraníes, qom, collas y moqoit exigen el reconocimiento de sus comunidades y costumbres.

Historias


¿Cómo se hizo?

Este especial se realizó de manera colaborativa con más de 30 personas, entre comunicadores y periodistas, editores, fotógrafos, diseñadores, un desarrollador y narradores locales y audiovisuales indígenas y no indígenas de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina y México que hacen parte de nuestra comunidad intercultural, la Red Tejiendo Historias.

Resaltamos que este proceso se tejió con la metodología de periodismo colaborativo intercultural, en el que se desarrollaron diversos círculos de la palabra con expertos, sabios y mayores, así como encuentros de acompañamiento editorial y un espacio colectivo en el que se definió con los participantes el nombre de la serie: Caminos por la Pachamama ¡Comunidades andinas en reexistencia!

Guía editorial

En el equipo intercultural de Agenda Propia consideramos que este proceso, que duró más de 4 meses, ha sido un espacio para explorar otras formas de hacer periodismo, pero también para integrar una visión amplia de la comunicación como proceso espiritual de las comunidades. 

De manera colaborativa y en una minga o minka de pensamiento, como los pueblos andinos llaman al trabajo colectivo, surgieron las siguientes reflexiones y recomendaciones que nos llevaron a hilar y producir esta serie:

  • Es importante que las historias hagan referencia no solo a las voces de las personas, sino también de los seres de la naturaleza. “Cuando hablamos de la comunicación desde los territorios indígenas, nos referimos a la comunicación desde la Madre Tierra. Las aves comunican, el arco iris comunica, las formas de las nubes comunican, es decir, que la comunicación en los pueblos indígenas parte de esa relación con la naturaleza y con todos los seres (animales, personas, plantas y espíritus) que allí habitan”, reflexión de Dora Muñoz, comunicadora indígena Nasa y consejera editorial de la serie.
  • Se recomienda la creación de historias en distintos formatos que rescaten la labor de las y los guardianes de prácticas ancestrales como médicas y médicos tradicionales, parteras, entre otros, quienes cuidan con sus saberes a sus gentes y a los territorios. “Resguardar esta sabiduría y sus guardianes requiere del aporte importante de los medios de comunicación en ayudar a visibilizar esas necesidades e injusticias que se están presentando en las comunidades originarias. Es por eso que se requieren nuevas narrativas para liberar la tierra de pensamientos, discursos y actividades que la esclavizan, la explotan y la maltratan”, mensaje de mamá Adriana Velasco Muelas, sabedora del pueblo indígena Misak (Colombia).
  • Es fundamental realizar reportajes periodísticos sobre los rituales con el objetivo de recuperar saberes ancestrales en riesgo. Se recomienda que el periodismo cuide la intimidad y respete estos espacios sagrados para los pueblos indígenas. “El acto mismo de la ritualidad es un acto de resistencia política porque los rituales que vamos compartiendo y haciendo en nuestros territorios son parte de esta memoria larga de nuestros pueblos y están siendo vetados. Entonces, si nosotros estamos recordando ahora una serie de rituales, lo estamos haciendo porque tenemos esta lucha y esta memoria larga de nuestros abuelos, abuelas, de nuestros padres y madres y eso es importante reconocerlo en las historias. (...) Es muy importante que podamos nosotros y nosotras respetar los espacios de intimidad de la comunidad y poder visibilizar lo que solamente ellos quieren que se visibilice”, reflexión de Elizabeth López Canelas, indígena Quechua y licenciada en antropología.
  • El periodismo se debe ocupar en el cubrimiento de realidades que están impactando a los territorios indígenas, como la explotación de los recursos naturales. “Las comunidades indígenas andinas están abandonadas a su suerte debido a estructuras estatales racistas y coloniales que facilitan el ingreso de empresas para extraer minerales de la tierra. Desde la colonia hemos sido saqueados y los pueblos indígenas los están dejando en una situación de pobreza y tenemos que hablar porque son realidades que están escondidas”, dijo Arminda Velasco Torres, lideresa Aymara, integrante del Consejo Directivo de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) de Bolivia, en un círculo de la palabra de este proceso de cocreación periodística.
  • Fortalecer, integrar y reconocer en las piezas narrativas la lengua materna de las comunidades originarias.
  • Dar valor a las voces comunitarias que tienen experiencia y conocimiento sobre temas o situaciones a pesar de ser empíricas. Es decir, las fuentes no se deben limitar a una voz institucional u oficial si el conocimiento de un habitante del territorio es respaldado por la comunidad.
  • Priorizar historias que dan alternativas y luces para relacionarnos en armonía con el territorio.
  • Integrar en los relatos el contexto histórico y cultural. El territorio también tiene memoria y los seres que los componen merecen ser narrados y visibilizados.
  • Integrar en los relatos el contexto histórico y cultural. El territorio también tiene memoria y los seres que los componen merecen ser narrados y visibilizados. Reconocer las memorias de los territorios urbanos y de las comunidades que ante la expansión de las ciudades continúan perviviendo ante el cambio del uso y relación con la tierra.
  • Visibilizar desde la voz de las comunidades cómo los pueblos se relacionan con la tierra y cómo los proyectos de desarrollo que llegan afectan la cultura, la espiritualidad, el tejido comunitario y la armonía del territorio. Es decir, tejer una historia debe ir más allá de solo contar, es identificar y visibilizar las realidades comunes que están afectando a la Madre Tierra en toda Abya Yala desde una lectura global.


Agradecimientos


A las comunidades que nos permitieron narrarlas, así como a las y los periodistas, narradores comunitarios y equipo editorial por cocrear esta serie periodística intercultural. También agradecemos a las montañas, a las lagunas, a los ojos de agua, a las aves, a los animales y seres espirituales.

Agradecemos a mamá Adriana Velasco Muelas, del pueblo indígena Misak (Colombia) por acompañar espiritualmente en este proceso; a Elizabeth López Canelas, indígena Quechua y licenciada en antropología, por compartirnos sus reflexiones en torno al cubrimiento periodístico de la espiritualidad andina. También agradecemos a Arminda Velasco Torres, integrante del Consejo Directivo de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), de Bolivia, por compartirnos un contexto de la realidad de los pueblos indígenas de la región.

Gracias a los más de 15 medios aliados, organizaciones de pueblos indígenas e iniciativas periodísticas hermanas que se unen en la fase de publicación.

Publicación

Diciembre de 2021 y Junio de 2022.

Periodistas y reportería gráfica


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Andrés Felipe Ortiz Gordillo

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Islena Villalba Yate

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Adriana Guzmán

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Jerónimo Guzmán

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Yadira Villalba

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Nélson Céspedes

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Pedro Patiño Flores

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Diana Isabel Villalba Yate

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Germán García Barrera

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Agustina Ramos

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Paula Huenchumil Jerez

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Andrea Carolina Millalén Iturriaga

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Ángel Orlando Caiza Tixilema

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Isapi Rocio Rua Alvis

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Miriam Telma Jemio Flores

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Diana Collazos Cayapú

Mentoría editorial


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Roberto Herrscher

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Diana Jembuel

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Priscila Hernández Flores

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Malkya Tudela Canavari

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Dora Estella Muñoz Atillo

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Edilma Prada Céspedes

Coordinación editorial y comunicaciones


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Paola Jinneth Silva Melo

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Daniela Bolaños

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Vanessa Teteye

Diseño, gráficos y desarrollo web


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Giovanni Salazar

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Gerardo Carvajal Vargas

Revisión de estilo


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Sania Salazar

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