308 visitas
Mujeres de la Andino-Amazonía preparando el centro de la armonización. Foro "Género y Ambiente: Mujeres, Territorio y Biodiversidad", junio de 2024 en Bogotá, Colombia.
Cindy Amalec Laulate Castillo.Juntanza de mujeres de la región Andino-Amazonía: voces que exigirán justicia climática en la COP-16
Consulta este contenido en los idiomas y lenguas
Mujeres indígenas, afrodescendientes, campesinas y de la comunidad LGBTIQ+ de la región Andino-Amazónica de Colombia manifiestan su preocupación por las violencias que viven sus territorios. Además, exigen que se reconozcan sus sistemas de conocimientos y prácticas de gestión territorial en tiempos de crisis climática. Ellas llevarán propuestas para el cuidado de la Madre Tierra a la COP16, el foro de biodiversidad más importante del mundo.
“Las mujeres de la Andino-Amazonía abogamos por el reconocimiento de la Madre Tierra como sujeta de derechos, puesto que comprendemos que no todo lo que nos rodea es sujeto de explotación. Partimos de la premisa que como país tenemos que aprender a respetar todas las formas de vida que están y habitan en el mundo, sean animales, plantas y humanos, entre otros”.
Con ese mensaje, 35 lideresas indígenas, afrodescendientes, campesinas y de la comunidad LGBTIQ+ de la región Andino-Amazonía de Colombia, unen sus voces para exigir el respeto de la vida en sus territorios. Además, alertan que sus comunidades se encuentran en alto riesgo por la megaminería, el conflicto armado, la deforestación, la crisis climática, la persecución de las lideresas ambientales, los desplazamientos forzados y los daños de los sitios sagrados, entre otras realidades.
“No se puede hablar de armonía con la naturaleza, cuando las mujeres estamos siendo afectadas por diferentes violencias, saqueos, violencias sexuales, desarraigo de nuestros territorios por las multinacionales que afectan la vida, la salud y la pervivencia de las mujeres. Anhelamos y soñamos esa esperanza de que en algún momento nuestros territorios se mantengan sanos”, asegura Adiela Mera, sabedora del pueblo indígena binacional Siona, ubicado entre Colombia y Ecuador.
La lideresa también expresa que su comunidad está rodeada de multinacionales petroleras y las aguas están contaminadas poniendo en riesgo la salud y el bienestar de sus familias.
“Nuestras aguas ya no son las mismas, nuestros cuerpos están siendo contaminados porque consumimos el agua de los ríos y con ello llegan nuevas enfermedades que no conocemos, no se detecta y que no se puede curar con nuestras plantas medicinales. Son enfermedades nuevas, nosotras estamos siendo afectadas de una manera que no se imaginan, somos vida igual que la Madre Tierra, por eso es hora de que nos escuchen”, dice preocupada.
Para las mujeres es fundamental que existan mayores condiciones de acceso a la justicia ambiental, a la información, a la participación en la toma de decisiones territoriales y a la igualdad de los recursos.
Ellas, como guardianas de la naturaleza y del conocimiento ancestral del uso sostenible de los recursos naturales y la vida en armonía en sus territorios, esperan que sus voces sean escuchadas durante la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica, COP16, la cual se realizará del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024, en la ciudad de Cali, Colombia. Esta COP es el foro más importante a nivel global para la toma de decisiones en la protección de la biodiversidad.
Las mujeres de los departamentos de Putumayo, Cauca, Caquetá, Vaupés y Amazonas también dieron a conocer que sus luchas y sus resistencias tienen un enfoque diferenciado y se fundamenta en narrativas propias que contribuyen a mitigar estos problemas causados por actividades humanas que perturban el buen vivir comunitario.
“Por eso, las mujeres originarias llevamos estos conocimientos en estos escenarios para expresarnos, dialogar y aportar desde el cuidado y el respeto que se merece la Madre Tierra. Cómo pensamos, cómo nos organizamos para defender lo que tenemos. En la Alpa Mamita (Madre Tierra) lo tenemos todo, está nuestra vida y la medicina. La Amazonía es el pulmón del mundo, por eso el conocimiento que nosotras tenemos para esta COP16 como mujeres indígenas lo pensamos más allá, será para las presentes y futuras generaciones. Es importante mencionar que el conocimiento y la sabiduría es colectiva, es para proteger el bosque, el agua, protegernos, proteger nuestras familias y proteger nuestra espiritualidad”, fueron las palabras de Soraida Chindoy, sabedora del pueblo indígena Inga de Putumayo.
Recomendaciones para la COP16
Las recomendaciones fueron tejidas en junio de 2024 en Bogotá, en el Foro Género y Ambiente: Mujeres, Territorio y Biodiversidad, organizado por la Alianza "Bosques para un Futuro Justo".
En ese sentido, la organización Tropenbos Colombia compartió el documento que contiene los sentires y propuestas de las representantes para el plan de acción de género asociados a la biodiversidad en Colombia.
-Nuestros conocimientos como mujeres culturalmente diversas son el corazón para nuestra participación, su fundamento; por eso, es importante que se reconozcan nuestros sistemas de conocimiento, prácticas y saberes para la gestión territorial que incluyen, pero van más allá del uso y manejo de la biodiversidad, y darles un lugar importante y explícito a los ejercicios de monitoreo comunitario en las estrategias y planes para el uso y gestión de la biodiversidad.
-La participación de las mujeres pasa por la construcción de paz territorial, pero hoy las lideresas siguen viviendo en riesgo. Es necesario incorporar medidas de protección colectivas y la construcción de paz como una posibilidad de mantener los conocimientos propios y avanzar hacia la participación paritaria. La protección de las mujeres pasa por el bienestar y la salud de los cuerpos, y el cuidado de las cuidadoras con rutas autónomas e institucionales.
-Incorporar las formas en que las comunidades nombran la biodiversidad desde sus palabras propias, es fundamental. Entendiendo que el lenguaje técnico tiene la misma validez que el comunitario, y que se debe propender por el diálogo de saberes.
-El entendimiento de la biodiversidad debe avanzar en su relación con el derecho humano a la alimentación y la soberanía alimentaria, y que se respeten y reconozcan nuestros sistemas alimentarios como medios de protección. Esto debe integrar la agroecología, la chagra amazónica, allí están nuestros conocimientos como ciudadanas, campesinas, indígenas y afrodescendientes.
-Es fundamental que las mujeres que vivimos en zonas de Ley 2 de 1959 (Zonas de Reserva Forestal), tengamos el acceso a la tierra y a los bienes comunes que se derivan de ella.
El documento completo con todas las recomendaciones, lo pueden descargar en este enlace: https://is.gd/eHaMrz.
Las mujeres indígenas, afrodescendientes y campesinas también hacen un llamado nacional e internacional para que incluyan sus voces y se implementen medidas que mitiguen la impunidad e injusticias por los delitos socio-ambientales. Además, esperan su protección como defensoras de los derechos humanos, los territorios y el ambiente.
Comparta en sus redes sociales
Comparta en sus redes sociales
Rituales para llamar la lluvia, la respuesta espiritual de los Yampara a la sequía
Espiritualidad para combatir la sequía que afecta a familias indígenas productoras.
Indígenas en México son guardianes de la abeja nativa pisilnekmej
La cosecha de la miel de la abeja melipona, especie sin aguijón, es una actividad ancestral de los pueblos indígenas Totonakus y Nahuas en la Sierra Norte de Puebla, en México. La producción beneficia económicamente a las familias y les permite proteger el territorio, pero hay serias amenazas sobre la actividad.
Las plantas medicinales, el legado del pueblo Misak
Un sabedor tradicional, una partera y un cuidador protegen el uso de las plantas, uno de los legados del pueblo indígena Misak. En la casa Sierra Morena siembran más de 200 especies de flora que utilizan para sanar las enfermedades físicas y espirituales de sus comunidades en el municipio colombiano de Silvia, en el departamento del Cauca.
Comentar